Que no te importe.
Dejar atrás lo malo no está mal, sino más bien todo lo contrario. Te proporciona ese impulso que necesitabas para echarte a correr sin parar, sin darte apenas tiempo a respirar.
Es tiempo para ti, para los tuyos y para los que siempre han estado y estarán. No solo hoy sino ayer, mañana y siempre.
Tiempo para pensar en quienes importan, por quienes te debes desvivir y por quienes no merece la pena ni un mero esfuerzo.
Gente hay a patadas pero que merezcan la pena se cuentan con los dedos de una mano. No hace falta mucho más e incluso me pueden llegar a sobrar.
Gente falsa la encontrarás allá a donde vayas. Gente envidiosa se esconde debajo de las piedras pero esa gente que vale de verdad hay que buscarla con lupa.
Déjame decirte que... si tienes alguna de esas personas a tu lado no dudes en no darles la espalda, sino en luchar por ellos, pero sobre todo por ti ya que son los que hacen que seas feliz. Son todo un tesoro, el más grande que llegarás a tener.